"Baño de sangre en la calle" es el titular de un diario y denuncia "uno de los crímenes más graves de la historia de la ciudad". Los tabloides lo afirman: "El carnicero quería asesinar".
El Ministro del Interior interrumpe sus vacaciones y quiere reconsiderar el uso de armas de fuego por parte de los agentes de policía, y por todas partes se oyen peticiones de que se endurezca la legislación sobre el asilo. Las emociones de la gente están hirviendo.
El alcalde de Stuttgart, Manfred Rommel, decide dar un discurso, más largo de lo previsto, durante el funeral de los policías asesinados. Como jefe de la ciudad, Rommel quería tener un efecto moderador y estar ahí para todos los ciudadanos, tanto para los locales como para los extranjeros, tanto para las personas de piel clara como para las de piel oscura.
La afirmación de Rommel: "También podría haber sido un hombre blanco, también podría haber sido un suabo, quien cometió el acto demencial", provoca reacciones violentas entre la población.
"Baño de sangre en la calle" es el titular de un diario y denuncia "uno de los crímenes más graves de la historia de la ciudad". Los tabloides lo afirman: "El carnicero quería asesinar".
El Ministro del Interior interrumpe sus vacaciones y quiere reconsiderar el uso de armas de fuego por parte de los agentes de policía, y por todas partes se oyen peticiones de que se endurezca la legislación sobre el asilo. Las emociones de la gente están hirviendo.
El alcalde de Stuttgart, Manfred Rommel, decide dar un discurso, más largo de lo previsto, durante el funeral de los policías asesinados. Como jefe de la ciudad, Rommel quería tener un efecto moderador y estar ahí para todos los ciudadanos, tanto para los locales como para los extranjeros, tanto para las personas de piel clara como para las de piel oscura.
La afirmación de Rommel: "También podría haber sido un hombre blanco, también podría haber sido un suabo, quien cometió el acto demencial", provoca reacciones violentas entre la población.