Salir de la zona de confort nunca es fácil, pero casi nadie podría explicar cuál es la razón básica por la que nos sentimos a disgusto cuando por fin damos el paso hacia la libertad personal. Probablemente, el principal motivo para tener miedo frente a lo nuevo sea la dificultad para reorientarse en lo desconocido. Ese estado de confusión es el tema del cortometraje de animación Vadim on a Walk, de Sasha Svirsky, que se estrenó en 2021 en la sección de cortometrajes de la Berlinale.
El realizador Sasha Svirsky, procede de la pintura y es un animador autodidacta al que le gusta jugar con los estereotipos y tomar riesgos artísticos. Esto es lo que hace con Vadim on a Walk de una manera que no es exactamente iconoclasta, pero sí eficaz en lo que intenta transmitir.
Salir de la zona de confort nunca es fácil, pero casi nadie podría explicar cuál es la razón básica por la que nos sentimos a disgusto cuando por fin damos el paso hacia la libertad personal. Probablemente, el principal motivo para tener miedo frente a lo nuevo sea la dificultad para reorientarse en lo desconocido. Ese estado de confusión es el tema del cortometraje de animación Vadim on a Walk, de Sasha Svirsky, que se estrenó en 2021 en la sección de cortometrajes de la Berlinale.
El realizador Sasha Svirsky, procede de la pintura y es un animador autodidacta al que le gusta jugar con los estereotipos y tomar riesgos artísticos. Esto es lo que hace con Vadim on a Walk de una manera que no es exactamente iconoclasta, pero sí eficaz en lo que intenta transmitir.