El documental, galardonado en 1956 con el Premio del Cine Alemán (cinta de plata), muestra la animada vida en el Oktoberfest, con una mirada irónicamente encantadora comentada por Just Scheu. Se muestran atracciones antiguas, como los columpios para barcos, el tobogán, que se eleva mediante una cinta transportadora y del que hoy en día sólo existen unos pocos, o el "rodillo giratorio", que dan una idea de la alegría de vivir y de la celebración de aquella época.
El documental, galardonado en 1956 con el Premio del Cine Alemán (cinta de plata), muestra la animada vida en el Oktoberfest, con una mirada irónicamente encantadora comentada por Just Scheu. Se muestran atracciones antiguas, como los columpios para barcos, el tobogán, que se eleva mediante una cinta transportadora y del que hoy en día sólo existen unos pocos, o el "rodillo giratorio", que dan una idea de la alegría de vivir y de la celebración de aquella época.