En el corazón de esta película de 1995, recientemente restaurada, se encuentran los testimonios de supervivientes y testigos de uno de los mayores desastres marítimos de la historia, ocurrido el 3 de mayo de 1945, frente a la ciudad portuaria de Neustadt, en la bahía de Lübeck, al norte de Alemania.
Cinco días antes de la rendición incondicional del Ejército alemán y apenas unas horas antes de que Neustadt fuera tomada por las tropas británicas, más de 7.000 personas perecieron al hundirse el transatlántico de lujo, Cap Arcona, y el carguero Thielbek. La mayoría eran prisioneros del campo de concentración de Neuengamme y de los campos satélite, así como prisioneros de otros campos. Las SS los habían embarcado cerca de la tranquila ciudad portuaria de Neustadt, después de que, Heinrich Himmler, ordenara la evacuación de los campos de concentración arguyendo que, bajo ningún concepto, los prisioneros debían caer vivos en manos de los aliados.
El hecho de que en la tarde del 3 de mayo de 1945, una escuadrilla de cazabombarderos británicos ametrallara el conjunto de barcos de la bahía de Neustadt, jugó a favor del deseo de exterminio de las SS. La presencia masiva de civiles en los barcos no era visible desde el aire.
De los pocos prisioneros supervivientes, el virtuoso del violín, Francis Akos, interviene en la película, al igual que Erwin Geschonneck, que más tarde se hizo famoso como actor en la República Democrática de Alemania.
Walter Felgner, 2º oficial del carguero Thielbek, y Thure Dommenget, 2º oficial del Cap Arcona, describen la perspectiva de la tripulación del barco. Roy Nesbit, antiguo miembro de la Royal Air Force e historiador, informa desde la perspectiva de los pilotos británicos de cazabombarderos.
Franz Wolff, un mozo de a bordo del Cap Arcona, visitaba el cúter de sus padres el 3 de mayo. Al igual que un grupo de muchachos de Neustadt, Wolff presenció un fusilamiento en masa de prisioneros del campo de concentración de Stutthoff, que las SS no habían podido embarcar en el Cap Arcona.
Este fusilamiento masivo supuso también una auténtica cacería de prisioneros. Contó con numerosos testigos. Pero incluso cincuenta años después, un muro de silencio protegió a los responsables. Un interrogatorio de los testigos, por parte del fiscal de Lübeck, Günter Möller, fracasó, y con él el intento de esclarecer, ante los tribunales, la criminalidad de los hechos.
En el momento en que se rodó la película, todavía se daba por sentado que el ataque de los cazabombarderos británicos había sellado el destino de la mayoría de los prisioneros de la bahía de Lübeck. Sin embargo, a mediados de los años noventa, el curso exacto de la tragedia seguía siendo objeto de nuevas investigaciones.
El historiador Wilhelm Lange, director del Museo Cap Arcona de Neustadt, estuvo inmerso en una profunda investigación durante décadas y sus hallazgos quedaron documentados en una película realizada en 2020, que también puede verse en nuestra plataforma.
En el corazón de esta película de 1995, recientemente restaurada, se encuentran los testimonios de supervivientes y testigos de uno de los mayores desastres marítimos de la historia, ocurrido el 3 de mayo de 1945, frente a la ciudad portuaria de Neustadt, en la bahía de Lübeck, al norte de Alemania.
Cinco días antes de la rendición incondicional del Ejército alemán y apenas unas horas antes de que Neustadt fuera tomada por las tropas británicas, más de 7.000 personas perecieron al hundirse el transatlántico de lujo, Cap Arcona, y el carguero Thielbek. La mayoría eran prisioneros del campo de concentración de Neuengamme y de los campos satélite, así como prisioneros de otros campos. Las SS los habían embarcado cerca de la tranquila ciudad portuaria de Neustadt, después de que, Heinrich Himmler, ordenara la evacuación de los campos de concentración arguyendo que, bajo ningún concepto, los prisioneros debían caer vivos en manos de los aliados.
El hecho de que en la tarde del 3 de mayo de 1945, una escuadrilla de cazabombarderos británicos ametrallara el conjunto de barcos de la bahía de Neustadt, jugó a favor del deseo de exterminio de las SS. La presencia masiva de civiles en los barcos no era visible desde el aire.
De los pocos prisioneros supervivientes, el virtuoso del violín, Francis Akos, interviene en la película, al igual que Erwin Geschonneck, que más tarde se hizo famoso como actor en la República Democrática de Alemania.
Walter Felgner, 2º oficial del carguero Thielbek, y Thure Dommenget, 2º oficial del Cap Arcona, describen la perspectiva de la tripulación del barco. Roy Nesbit, antiguo miembro de la Royal Air Force e historiador, informa desde la perspectiva de los pilotos británicos de cazabombarderos.
Franz Wolff, un mozo de a bordo del Cap Arcona, visitaba el cúter de sus padres el 3 de mayo. Al igual que un grupo de muchachos de Neustadt, Wolff presenció un fusilamiento en masa de prisioneros del campo de concentración de Stutthoff, que las SS no habían podido embarcar en el Cap Arcona.
Este fusilamiento masivo supuso también una auténtica cacería de prisioneros. Contó con numerosos testigos. Pero incluso cincuenta años después, un muro de silencio protegió a los responsables. Un interrogatorio de los testigos, por parte del fiscal de Lübeck, Günter Möller, fracasó, y con él el intento de esclarecer, ante los tribunales, la criminalidad de los hechos.
En el momento en que se rodó la película, todavía se daba por sentado que el ataque de los cazabombarderos británicos había sellado el destino de la mayoría de los prisioneros de la bahía de Lübeck. Sin embargo, a mediados de los años noventa, el curso exacto de la tragedia seguía siendo objeto de nuevas investigaciones.
El historiador Wilhelm Lange, director del Museo Cap Arcona de Neustadt, estuvo inmerso en una profunda investigación durante décadas y sus hallazgos quedaron documentados en una película realizada en 2020, que también puede verse en nuestra plataforma.