Vienen de Afganistán, Irak, Siria o Eritrea. Acompañados por sus padres, han huido de la guerra y la persecución. Estos hijos del exilio debieron enfrentarse, a pesar de su corta edad, a múltiples peligros para llegar a Europa. Otros nunca llegaron al final de su viaje, tragados por el mar Mediterráneo, el frío de las montañas o las redes de la esclavitud. Pero una vez en Europa, en Bélgica, ¿cómo te reconstruyes, cómo creas un lugar para ti en un entorno completamente diferente de tu ciudad, de tu pueblo, en un centro de acogida de la Cruz Roja? Cómo hacer planes mientras se espera durante meses, años, el reconocimiento de la condición de refugiado, que puede no ser concedido. En este tiempo-espacio lleno de esperanzas, la película se pone al nivel de los niños y recoge sus palabras. De su país y de su viaje, tienen imágenes, emociones, pesadillas y miedos. Y todos tienen una cosa en común: ya no les gusta el bosque, la montaña o el mar...
Vienen de Afganistán, Irak, Siria o Eritrea. Acompañados por sus padres, han huido de la guerra y la persecución. Estos hijos del exilio debieron enfrentarse, a pesar de su corta edad, a múltiples peligros para llegar a Europa. Otros nunca llegaron al final de su viaje, tragados por el mar Mediterráneo, el frío de las montañas o las redes de la esclavitud. Pero una vez en Europa, en Bélgica, ¿cómo te reconstruyes, cómo creas un lugar para ti en un entorno completamente diferente de tu ciudad, de tu pueblo, en un centro de acogida de la Cruz Roja? Cómo hacer planes mientras se espera durante meses, años, el reconocimiento de la condición de refugiado, que puede no ser concedido. En este tiempo-espacio lleno de esperanzas, la película se pone al nivel de los niños y recoge sus palabras. De su país y de su viaje, tienen imágenes, emociones, pesadillas y miedos. Y todos tienen una cosa en común: ya no les gusta el bosque, la montaña o el mar...