Las islas Baleares: Mallorca y Menorca

Mallorca y Menorca se comparan a menudo con dos hermanas desiguales: Una deslumbrante y espectacular, la otra reservada y encantadora. Sin embargo, ambas tienen en común que tanto los mallorquines, como los menorquines, no se dejan impresionar por el turismo y conceden gran importancia a su cultura catalana. En Petra, un pintoresco pueblo con casas de cantera, Margalida, de 10 años, practica el "Ball de bot", un antiguo baile popular balear, que se ejecuta con trajes hechos en casa y al son de la música de instrumentos tradicionales. La familia Gordiola, sigue fabricando cada pieza en su taller de soplado de vidrio siguiendo el método antiguo. En la Sierra de Tramuntana, el activista por los derechos de los animales Juan José Sánchez da de comer una oveja muerta a los buitres negros. Estas impresionantes aves están en peligro de extinción y la última población insular del mundo vive en Mallorca. Y para la joven atleta extrema Katiana Torrebella, las empinadas y solitarias carreteras de las montañas son pistas de entrenamiento ideales. En Menorca, un equipo de arqueólogos trabaja en tierra y bajo el agua. A lo largo de la historia, la isla ha sido conquistada una y otra vez por diversas culturas, lo que la convierte en El Dorado para arqueólogos como Fernando Contreras. La película lo acompaña a él y a sus colegas mientras descubren una basílica romana y un enterramiento paleocristiano. Hoy en día, la cría de caballos es quizá el mayor tesoro de Menorca. La yeguada de la familia Marqués ha ganado muchos premios internacionales con sus caballos de doma. Padre e hija, sin embargo, disfrutan más de los paseos por el "Camí de Cavalls", un antiguo camino para ir a caballo, que da la vuelta a la isla.