Un sueño comunista se hizo realidad cuando la nomenklatura moscovita se mudó a una enorme casa modelo en 1931. ¿Qué ha sido de ella?
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Al mismo tiempo que se lanzaba el primer plan quinquenal en 1929, Stalin mandó construir la Casa de Gobierno. Como un lujoso barco de vapor de ultramar, el complejo de edificios estaba equipado con no menos de quinientos apartamentos. Con cantina, cine, teatro y todo tipo de tiendas, la casa a orillas del río era un cosmos en sí misma. Incluso se cuidaba el mobiliario interior; cada uno de los espaciosos apartamentos incluía un escritorio calcado del escritorio de Lenin. Construida frente al Kremlin, separada por el río Moscova, que no se interponía protectoramente entre ambos, los revolucionarios que lo merecían y la élite del partido y del Estado se instalaron allí siguiendo instrucciones. Desde la perspectiva de los habitantes de este centro de poder, pero también de impotencia, la película crea una vívida imagen de la Unión Soviética hasta las actuales insignias del poder. Los recuerdos y comentarios de las viudas y descendientes de la primera generación de habitantes de esta fortaleza pintan una crónica muy personal del siglo XX basada en la historia de la casa.
Un sueño comunista se hizo realidad cuando la nomenklatura moscovita se mudó a una enorme casa modelo en 1931. ¿Qué ha sido de ella?
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Al mismo tiempo que se lanzaba el primer plan quinquenal en 1929, Stalin mandó construir la Casa de Gobierno. Como un lujoso barco de vapor de ultramar, el complejo de edificios estaba equipado con no menos de quinientos apartamentos. Con cantina, cine, teatro y todo tipo de tiendas, la casa a orillas del río era un cosmos en sí misma. Incluso se cuidaba el mobiliario interior; cada uno de los espaciosos apartamentos incluía un escritorio calcado del escritorio de Lenin. Construida frente al Kremlin, separada por el río Moscova, que no se interponía protectoramente entre ambos, los revolucionarios que lo merecían y la élite del partido y del Estado se instalaron allí siguiendo instrucciones. Desde la perspectiva de los habitantes de este centro de poder, pero también de impotencia, la película crea una vívida imagen de la Unión Soviética hasta las actuales insignias del poder. Los recuerdos y comentarios de las viudas y descendientes de la primera generación de habitantes de esta fortaleza pintan una crónica muy personal del siglo XX basada en la historia de la casa.