Una niña pregunta a una señora si puede comprarle un boleto para entrar al cine. Antes de entrar, hablan brevemente y para asombro de la mujer, la niña se llama Miriam, igual que ella, ambas están solas, pero entran al cine separadas. Más tarde, de vuelta en su casa, la señora está a punto de irse a dormir, cuando, de repente, suena el timbre y encuentra a la niña en la puerta…
Podría decirse que el cortometraje Miriam, basado en el cuento homónimo de Truman Capote, es la ópera prima de Daniel Schmid. Lo realizó durante sus estudios en la Academia Alemana de Cine y Televisión de Berlín (dffb) y es una pequeña película de terror fuera de lo común.
Según el camarógrafo Gerd Conradt, compañero de estudios, Daniel Schmid, estaba muy unido a los "Kuchenfilmern", un grupo de estudiantes de cine que, a finales de los años sesenta, tenían en común el deseo de hacer cine por el cine en sí mismo, más allá de su potencial político.
Una niña pregunta a una señora si puede comprarle un boleto para entrar al cine. Antes de entrar, hablan brevemente y para asombro de la mujer, la niña se llama Miriam, igual que ella, ambas están solas, pero entran al cine separadas. Más tarde, de vuelta en su casa, la señora está a punto de irse a dormir, cuando, de repente, suena el timbre y encuentra a la niña en la puerta…
Podría decirse que el cortometraje Miriam, basado en el cuento homónimo de Truman Capote, es la ópera prima de Daniel Schmid. Lo realizó durante sus estudios en la Academia Alemana de Cine y Televisión de Berlín (dffb) y es una pequeña película de terror fuera de lo común.
Según el camarógrafo Gerd Conradt, compañero de estudios, Daniel Schmid, estaba muy unido a los "Kuchenfilmern", un grupo de estudiantes de cine que, a finales de los años sesenta, tenían en común el deseo de hacer cine por el cine en sí mismo, más allá de su potencial político.