Hace cuatro años que Erika y Franziska no se ven. Diez años antes, tenían la ilusión de que ambas tenían las mismas oportunidades porque las dos eran igual de jóvenes, atractivas, e imaginativas.
Desde el principio, pasaron por alto lo que las separaría, que sus corazones y sus caracteres eran muy diferentes.
Erika es la práctica y Franziska cambia de destino a menudo y nunca llega a un final.
El descontento surge en ambas porque Erika se siente explotada y Franziska resiente que Erika permita que la exploten.
Pero "la pasión de Erika" es cargar siempre con más de lo que puede asumir y luego preguntarse por qué a nadie se le ocurre que no es su trabajo volver a sacar la basura a la calle.
En una larga conversación nocturna, las amigas intentan aclarar estas conexiones, sin perder la esperanza.
"En su obra para dos personas, Ula Stöckl ha desvelado importantes descubrimientos y percepciones sobre el funcionamiento y el no funcionamiento de las relaciones interpersonales en bellas imágenes magistralmente dispuestas. La cocina se convierte en un campo de batalla, el estrecho cuarto de baño en un confesionario. Una película mordaz e instructiva sobre el complicado asunto de la amistad". (Kölner Stadt-Anzeiger, 20/21.11.1976)
Hace cuatro años que Erika y Franziska no se ven. Diez años antes, tenían la ilusión de que ambas tenían las mismas oportunidades porque las dos eran igual de jóvenes, atractivas, e imaginativas.
Desde el principio, pasaron por alto lo que las separaría, que sus corazones y sus caracteres eran muy diferentes.
Erika es la práctica y Franziska cambia de destino a menudo y nunca llega a un final.
El descontento surge en ambas porque Erika se siente explotada y Franziska resiente que Erika permita que la exploten.
Pero "la pasión de Erika" es cargar siempre con más de lo que puede asumir y luego preguntarse por qué a nadie se le ocurre que no es su trabajo volver a sacar la basura a la calle.
En una larga conversación nocturna, las amigas intentan aclarar estas conexiones, sin perder la esperanza.
"En su obra para dos personas, Ula Stöckl ha desvelado importantes descubrimientos y percepciones sobre el funcionamiento y el no funcionamiento de las relaciones interpersonales en bellas imágenes magistralmente dispuestas. La cocina se convierte en un campo de batalla, el estrecho cuarto de baño en un confesionario. Una película mordaz e instructiva sobre el complicado asunto de la amistad". (Kölner Stadt-Anzeiger, 20/21.11.1976)