Desde hace años, Nadja trabaja como ama de llaves para un matrimonio y su hija, pertenecientes a la clase alta griega y la tratan como si fuera parte de la familia. Cuando le diagnostican una enfermedad grave y el señor de la casa tiene dificultades financieras debido a la crisis económica, el puesto de trabajo de Nadja peligra.
Las diferencias de clase se vuelven cada día más evidentes y las cuestiones que cada quien se plantea en tiempos de indiferencia social representan opuestos de gran actualidad: ¿qué es mejor, permanecer en su país o irse al l extranjero, la vida con seguro médico o sin él? Nadja no quiere perder el vínculo afectivo con "su" familia, con la que ha pasado tanto tiempo...
El paisaje griego, que antaño fue escenario de tantos mitos y leyendas, es presentado por el director, Athanasios Karanikolas, y el camarógrafo, Johannes Louis, de manera parca, acercándose a la casa de la familia como si fuera una fortaleza inexpugnable, hecha de hormigón y cristal, construida en lo alto de un acantilado en Maratón, en el corazón de Grecia. La luz deslumbrante lo blanquea todo e incluso las escasas conversaciones entre la familia y Nadja aparecen deslavadas y siempre iguales. El resultado es un drama contado de manera pausada, con imágenes complejas, que convence silenciosamente con la actuación de la inquietante actriz protagonista.
"Uno podría confundir fácilmente el estilo frío de Karanikola con la falta de compasión. Pero, por el contrario, dota a Maria Kallimani de una impresionante libertad interpretativa en el papel de Nadja, que saca a relucir los muchos matices de su dolor, desde la tristeza al desconcierto, pasando por el orgullo. Nadja no quiere dinero, quiere reconocimiento: como persona, como amiga (…) El lenguaje formal arquitectónico de Karanikola funciona como una prisión social de la que la mujer intenta liberarse sin pestañear". (Andreas Busche, en: epd Film)
Desde hace años, Nadja trabaja como ama de llaves para un matrimonio y su hija, pertenecientes a la clase alta griega y la tratan como si fuera parte de la familia. Cuando le diagnostican una enfermedad grave y el señor de la casa tiene dificultades financieras debido a la crisis económica, el puesto de trabajo de Nadja peligra.
Las diferencias de clase se vuelven cada día más evidentes y las cuestiones que cada quien se plantea en tiempos de indiferencia social representan opuestos de gran actualidad: ¿qué es mejor, permanecer en su país o irse al l extranjero, la vida con seguro médico o sin él? Nadja no quiere perder el vínculo afectivo con "su" familia, con la que ha pasado tanto tiempo...
El paisaje griego, que antaño fue escenario de tantos mitos y leyendas, es presentado por el director, Athanasios Karanikolas, y el camarógrafo, Johannes Louis, de manera parca, acercándose a la casa de la familia como si fuera una fortaleza inexpugnable, hecha de hormigón y cristal, construida en lo alto de un acantilado en Maratón, en el corazón de Grecia. La luz deslumbrante lo blanquea todo e incluso las escasas conversaciones entre la familia y Nadja aparecen deslavadas y siempre iguales. El resultado es un drama contado de manera pausada, con imágenes complejas, que convence silenciosamente con la actuación de la inquietante actriz protagonista.
"Uno podría confundir fácilmente el estilo frío de Karanikola con la falta de compasión. Pero, por el contrario, dota a Maria Kallimani de una impresionante libertad interpretativa en el papel de Nadja, que saca a relucir los muchos matices de su dolor, desde la tristeza al desconcierto, pasando por el orgullo. Nadja no quiere dinero, quiere reconocimiento: como persona, como amiga (…) El lenguaje formal arquitectónico de Karanikola funciona como una prisión social de la que la mujer intenta liberarse sin pestañear". (Andreas Busche, en: epd Film)