Los colegas de la radiopatrulla juegan a los bolos en su tiempo libre. Se forman dos grupos: los lugareños y los viajeros del tren. El comisario Huber es el padrino de los lugareños. Esta noche no estará a disposición de sus colegas. Una visita privada al domicilio de Huber le impide dedicarse a sus compromisos deportivos, lo que todos lamentan.
Los colegas de la radiopatrulla juegan a los bolos en su tiempo libre. Se forman dos grupos: los lugareños y los viajeros del tren. El comisario Huber es el padrino de los lugareños. Esta noche no estará a disposición de sus colegas. Una visita privada al domicilio de Huber le impide dedicarse a sus compromisos deportivos, lo que todos lamentan.