A sus treinta y tres años, Kevin habla del constante cuestionamiento que acompaña al diagnóstico de esquizofrenia y de la dificultad de los seres queridos para ofrecer el apoyo adecuado.
A sus treinta y tres años, Kevin habla del constante cuestionamiento que acompaña al diagnóstico de esquizofrenia y de la dificultad de los seres queridos para ofrecer el apoyo adecuado.