Pipí, Pupú y Rosmarina

Pipí, Pupú y Rosmarina llevan ya una semana viajando bajo la lluvia constante y acaban de dejar de quejarse del Invierno cuando éste les reprende dirigiéndose a ellos con voz aguda y lanzándoles un viento cada vez más helado. Tras disculparse profusamente ante Invierno por haberlo ofendido tanto, prosiguen su viaje con cuidado de no volver a ofenderlo. En un momento dado, se cruzan con un oso hormiguero con gripe, tendido bajo un árbol. Tras preguntarle si ya ha consultado a un médico, oyen una voz que sale de la garganta del oso hormiguero y se dan cuenta de que es la voz de un microbio. Los pequeños parásitos se lamentan de que su destino sea siempre ser perseguidos y destruidos, y tras un breve intercambio con los tres amigos, estos los atacan para demostrarles con quién están tratando. Sin embargo, tras la llegada del Doctor, los microbios se preparan para volver al cuerpo del oso hormiguero y Pipí, Pupú y Rosmarina le sugieren al Doctor luchar contra los microbios engordándolos con batido para que dejen en paz el cuerpo del oso hormiguero. Al doctor le parece una idea excelente, y el plan funciona a la perfección: los microbios salen, atraídos por el batido, y tras atiborrarse, engordan tanto que ya no pueden volver a entrar a su "casa" y el médico los invita amablemente a recuperar la salud en su clínica de adelgazamiento.