A cincuenta kilómetros al este de Berlín existió un campo secreto de trabajos forzados de los nazis, del que hoy no queda rastro. Una testigo de la época, tres conservadores de monumentos y dos excavadores de tumbas de guerra, se unen para buscar huellas en el bosque.
La confrontación con las anotaciones de los diarios de antiguos prisioneros y con los objetos encontrados plantea la cuestión de las consecuencias de una cultura del recuerdo que se desvanece.
A cincuenta kilómetros al este de Berlín existió un campo secreto de trabajos forzados de los nazis, del que hoy no queda rastro. Una testigo de la época, tres conservadores de monumentos y dos excavadores de tumbas de guerra, se unen para buscar huellas en el bosque.
La confrontación con las anotaciones de los diarios de antiguos prisioneros y con los objetos encontrados plantea la cuestión de las consecuencias de una cultura del recuerdo que se desvanece.