En un pueblecito donde, como en tantos otros, el tiempo parece haberse detenido. Es verano, el trabajo de campo es escaso. Así, los hombres están sentados en los cafés o durmiendo la siesta mientras las mujeres, latas en mano, los niños a la espalda, caminan un largo trecho hasta el pozo. Un orden milenario y una inmutable división del trabajo... hasta la llegada de Fadma.
Fadma y su marido, natural de este pueblo, vinieron a pasar allí sus vacaciones. Y sin previo aviso, Fadma, la 'chica de la ciudad', inicia una revolución silenciosa. Antes de la llegada de Fadma, las mujeres del pueblo nunca habían oído las palabras descanso, igualdad, huelga... En adelante, iniciarán una "huelga de barrigas": mientras los hombres no compartan las tareas domésticas con sus esposas, tendrán que arreglárselas para comer en el único café del pueblo.
En un pueblecito donde, como en tantos otros, el tiempo parece haberse detenido. Es verano, el trabajo de campo es escaso. Así, los hombres están sentados en los cafés o durmiendo la siesta mientras las mujeres, latas en mano, los niños a la espalda, caminan un largo trecho hasta el pozo. Un orden milenario y una inmutable división del trabajo... hasta la llegada de Fadma.
Fadma y su marido, natural de este pueblo, vinieron a pasar allí sus vacaciones. Y sin previo aviso, Fadma, la 'chica de la ciudad', inicia una revolución silenciosa. Antes de la llegada de Fadma, las mujeres del pueblo nunca habían oído las palabras descanso, igualdad, huelga... En adelante, iniciarán una "huelga de barrigas": mientras los hombres no compartan las tareas domésticas con sus esposas, tendrán que arreglárselas para comer en el único café del pueblo.