Con poco más de 20 años, el joven Addai deja atrás su vida en Alemania y se traslada a Siria para participar, de alguna manera, en la guerra civil. Al principio, le asignan tareas de cocina junto a otro joven, Ilias, con quien traba amistad. Addai le escribe cartas a su madre en Alemania diciéndole que no se preocupe por él, que está bien.
Dos años más tarde, la madre de Addai recibe una carta desde una cárcel alemana. Se trata de un mensaje de Ilias, que ha sido condenado por terrorismo ante un tribunal alemán. Quiere conocer a la madre de su amigo, que está desaparecido y, ahora se sabe, fue radicalizando idiología.
Ilias le escribe a la madre de Addai: "Una cosa tienes que creerme, fuimos allí con buenas intenciones".
"En su película de graduación, la directora Esther Niemeier, va en busca de pistas sobre lo que le ocurrió al joven Addai. Para ello, entrevista a su madre, que relata el difícil momento, y muestra algunas conversaciones por correo electrónico que madre e hijo mantuvieron en aquella época. La segunda fuente de información es Ilias, que perteneció a la misma organización, pero que ahora está de vuelta en Alemania, donde cumple condena. Niemeier no recibe respuestas definitivas, sólo fragmentos de una historia que aún pesa sobre la madre de Addai… ésta es, probablemente, una de las razones por las que la joven cineasta decidió realizar su documental Siguiendo la pista a Addai en forma de película de animación. (Esto) le permite (...) mostrar cosas para las que no hay imágenes. Aunque nunca lleguemos a conocer al personaje del título e incluso la madre permanezca sólo en la sombra, Niemeier transmite el dolor y la perplejidad ante esta pérdida de una vida joven, que es tan desconcertante como superflua". (film-rezensionen.de)
Basándose en material de archivo y grabaciones originales en imagen y sonido, en este documental se utilizó la técnica de rotoscopio para camuflar a los protagonistas mediante la animación y proteger así su identidad.
Con poco más de 20 años, el joven Addai deja atrás su vida en Alemania y se traslada a Siria para participar, de alguna manera, en la guerra civil. Al principio, le asignan tareas de cocina junto a otro joven, Ilias, con quien traba amistad. Addai le escribe cartas a su madre en Alemania diciéndole que no se preocupe por él, que está bien.
Dos años más tarde, la madre de Addai recibe una carta desde una cárcel alemana. Se trata de un mensaje de Ilias, que ha sido condenado por terrorismo ante un tribunal alemán. Quiere conocer a la madre de su amigo, que está desaparecido y, ahora se sabe, fue radicalizando idiología.
Ilias le escribe a la madre de Addai: "Una cosa tienes que creerme, fuimos allí con buenas intenciones".
"En su película de graduación, la directora Esther Niemeier, va en busca de pistas sobre lo que le ocurrió al joven Addai. Para ello, entrevista a su madre, que relata el difícil momento, y muestra algunas conversaciones por correo electrónico que madre e hijo mantuvieron en aquella época. La segunda fuente de información es Ilias, que perteneció a la misma organización, pero que ahora está de vuelta en Alemania, donde cumple condena. Niemeier no recibe respuestas definitivas, sólo fragmentos de una historia que aún pesa sobre la madre de Addai… ésta es, probablemente, una de las razones por las que la joven cineasta decidió realizar su documental Siguiendo la pista a Addai en forma de película de animación. (Esto) le permite (...) mostrar cosas para las que no hay imágenes. Aunque nunca lleguemos a conocer al personaje del título e incluso la madre permanezca sólo en la sombra, Niemeier transmite el dolor y la perplejidad ante esta pérdida de una vida joven, que es tan desconcertante como superflua". (film-rezensionen.de)
Basándose en material de archivo y grabaciones originales en imagen y sonido, en este documental se utilizó la técnica de rotoscopio para camuflar a los protagonistas mediante la animación y proteger así su identidad.